Posible castigo al estadio de Racing y el lío en la barra que casi termina en desastre

Anoche en el Cilindro de Avellaneda, cuando Racing salió a la cancha contra Corinthians, se vivió una situación parecida a la que ocurrió en el Monumental con River: un mar de bengalas y pirotecnia empapó el estadio. En la Provincia tomaron nota y, a diferencia de lo que pasó en la Capital, están evaluando una sanción más fuerte que podría cerrar el estadio al menos por un partido. El Ministerio de Seguridad no quiere que esto se convierta en la norma, ya que 20 hinchas salieron heridos.

Tras el episodio del Monumental, donde a pesar de las casi 5000 bengalas sólo se clausuró una parte del estadio, se dejó entrever que esto podría volverse una tendencia si no se actúa con firmeza. Ahora, Racing podría enfrentar consecuencias más serias. Claro está, veremos cómo se maneja la dirigencia del club para tratar de suavizar las posibles sanciones.

Pero no fue sólo eso. La misma noche, los históricos líderes de La Guardia Imperial regresaron a las tribunas, generando un choque con los barras actuales. Esta interna llegó a tal punto que la policía tuvo que intervenir para evitar un enfrentamiento mayúsculo. Lo curioso es que mientras la barra intentaba imponerse, llamados de atención desde la dirigencia los frenaron en su accionar. ¿Qué mensaje se está enviando desde las altas esferas del club?

Con el clima tenso y las elecciones del club en el horizonte, todo esto refleja una realidad compleja donde el espectáculo deportivo queda en segundo plano frente a las disputas internas de poder. Lo que ocurre en Racing podría ser apenas un reflejo de un problema mayor en el fútbol argentino, donde los intereses de unos pocos parecen pesar más que la seguridad y el disfrute de la mayoría de los hinchas. Las próximas semanas dirán cuál es la real disposición de las autoridades para frenar esta problemática.